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Fuera de protocolo
enseñanzas manuales, con talleres de encuadernación, sastrería, zapatería y car- pintería”9.
En 1835 se crea, también en el seno de la Matritense, la prime- ra Escuela de Ciegos de Madrid, utilizando para las clases las de- pendencias del Colegio de Sordo- mudos, situado en esa época en la calle del Turco10. El folleto cita- do anteriormente nos indica que en las clases “se utilizan libros y mapas en relieve”. Los Colegios de Sordomudos y Ciegos, unificados, pasaron a depender del Estado en 1852 bajo la denominación de Real Colegio Nacional de Sordo- mudos y de Ciegos.
La Matritense también se dedicó a la creación de escuelas de pár- vulos, a la enseñanza de adultos y a la creación de cátedras de carác- ter científico: Fisiología y Patolo- gía de los vegetales, Astronomía, Matemáticas... Adelantándose a las Universidades en la enseñan- za de algunas materias como la Economía Política, la Paleografía Diplomática Española y la Esta- dística. Es algo digno de destacar el establecimiento en sus locales de una cátedra del Sistema Métri- co Decimal, algo totalmente nove- doso en aquella época, pero im- prescindible en aquel momento, puesto que el 19 de julio de 1849 la reina Isabel II sancionó la ley de Pesos y Medidas que establecía como obligatorio el uso del siste- ma métrico decimal en la mayoría de los ámbitos, señalando su en- trada en vigor para el 1 de enero de 1853. Como siempre, la Econó- mica Matritense, atenta a las ne- cesidades del momento, crea una cátedra para explicar el funciona- miento del nuevo sistema métrico a todo el que quisiera acudir a sus clases, éstas empezaron a impar- tirse, con gran éxito, en julio de 1852, aunque la implantación del
9 Folleto: Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País (2013), pág. 16.
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Biblioteca de la Real Sociedad Económica Matritense
sistema métrico decimal en nues- tro país no llegaría hasta más de veinticinco años después.
La Sociedad Económica Matri- tense también está tras la crea- ción de la Caja de Ahorros de Ma- drid. La idea se gestó en 1835, tras largas conversaciones con el gobierno se logró que la Regente Ma Cristina decretara su constitu- ción, así la leemos, conservando la ortografía, en el Real Decreto de 25 de octubre de 1838 (Gaceta de 31/10):
“Persuadida por cuanto me habéis expuesto de lo con- veniente que sería estable- cer en Madrid una caja de ahorros, en la que puedan las clases menos acomoda- das depositar sucesivamen- te cortas cantidades perci- biendo réditos, con facultad de retirarlas siempre que les convenga: deseosa de mejo- rar la suerte y las costum- bres de estas clases, tan dignas de mi maternal soli- citud, estimulando su labo- riosidad, economía y previ- sión; he venido en decretar, como Reina Gobernadora (...). Se establecerá en Ma- drid una caja de ahorros y de previsión, con sujeción al reglamento formado por el
gefe político de la provincia en 9 del presente mes”.
Y así podríamos seguir citando entidades y ámbitos que están relacionados con la Económica Matritense desde su fundación en 1775 hasta nuestros días.
En su sede, en el número 2 de la madrileña Plaza de la Villa, en el edificio civil más antiguo de Ma- drid, conocido como la Torre de los Lujanes, se encuentra uno de los mejores archivos históricos del siglo XVIII y una excelente biblio- teca entre cuyos libros se encuen- tran ejemplares de La Enciclope- dia11.
En su emblemático salón de ac- tos, por el que han pasado tantos ilustres personajes de la historia, casi todas las semanas del año, de octubre a junio, se presentan con- ferencias de todo tipo de temas científicos y de actualidad, se dan conciertos, se celebran presenta- ciones de libros, convenciones y actos académicos. En la Real So- ciedad Económica Matritense se sigue respirando el aire de la Ilus- tración... ¡Socorre enseñando!
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Hoy día es la calle Marqués de Cubas.
Las bibliotecas de las Sociedades Económicas tenían permiso para contener entre sus fondos algunos libros prohibidos por la Inquisición, como La Enciclopedia.