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      Fuera de protocolo
      Escudo de la Real Sociedad Económica Matritense con su lema “Socorre enseñando”
Pero los socios de la Matritense no sólo estaban interesados en que las personas necesitadas pu- dieran tener un medio de susten- to, iban un poco más allá. Según el profesor Negrín Fajardo:
“Una de las características más acusadamente especí- ficas de las escuelas popu- lares de la Sociedad Econó-
mica Matritense fue la reali- zación en la práctica escolar cotidiana de la combinación del trabajo artesanal ma- nual de los hilados, tejidos y bordados y el aprendiza- je, como mínimo, de las no- ciones básicas culturales, y fundamentalmente, la enseñanza de unas normas de comportamiento exter- no e interno, adecuadas a su sexo y edad, acordes con el pensamiento de aquellos momentos”7.
Sin embargo, en los primeros años de funcionamiento de las escuelas populares, dirigidas por socios varones, se descuidó la al- fabetización de las niñas. No fue hasta 1787, año en que se admite como socias a las mujeres y la Jun- ta de Damas8 empieza a dirigir las Escuelas Patrióticas, cuando se empieza a enseñar a leer y a es-
7 Negrín Fajardo, O. (2005): Veinticinco ensayos de historia de la educación española moderna y contemporánea. UNED. Madrid, pág. 37.
8 La Junta de Damas estaba formada por un grupo de mujeres ilustradas de la aristocracia madrileña interesadas en la formación de las mujeres trabajadoras.
cribir a todas las alumnas del sexo femenino.
La Matritense, adaptándose siempre a las necesidades del mo- mento y preocupada por traer a nuestro país los avances en cual- quier materia, fue también pione- ra en la enseñanza de la taquigra- fía o “arte de escribir con tanta ve- locidad como se habla”, de hecho, la primera escuela de taquigrafía de España se estableció en sus lo- cales, comenzando a impartir sus clases el 1 de septiembre de 1803.
La educación de personas con discapacidad, sordomudos y cie- gos no pasó inadvertida para la Matritense, siempre preocupada por los más desvalidos. Así, el Real Colegio de Sordomudos de Madrid se inauguró oficialmente el 9 de enero de 1805, bajo la tutela de la Económica Matritense. Un folle- to de esta Sociedad nos indica las enseñanzas que se impartían:
“Los alumnos, cuya per- manencia en el Centro se fijó en seis años como máxi- mo, aprendían a leer y escri- bir, geometría, dibujo, gra- mática, aritmética, conoci- mientos generales y en los últimos años se impartían
    Torre de los Lujanes
    




















































































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