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 25 Aniversario de INTER NOS
  Intervención de
Guadalupe Ferrera Bonito,
actual directora de Inter Nos
Presidente de FEAPEN, Presidenta de la Real Socie- dad Económica Matritense de Amigos del País, Vice- presidenta de UIPAN, asociados, señoras y señores.
Buenos días a todos.
Es para mí un honor participar en el acto de Conme- moración del XXV Aniversario de la Revista Inter Nos.
Hacerlo en este Salón en el que se han escuchado las voces de grandes personajes de nuestra historia es, además, todo un privilegio.
Lo que celebramos, un cuarto de siglo de Inter Nos, lo merece.
Es más, creo que en su nacimiento y desarrollo he- mos adoptado y compartido el espíritu de las Socieda- des de Amigos del País: la filosofía de la Ilustración.
Campomanes, inspirador de la Sociedad de Madrid, encomiaba a sus miembros a “evitar los peligros del individualismo, la vanidad, la envidia, y hacer preva- lecer la buena moral, la humanidad, el buen modo, el deseo de acertar y ser útil a su patria”.
Inter Nos nació, y así se proclamaba en su número 1, ante “la atonía de los empleados de notaría, achacada al individualismo por la fragmentación en pequeños centros de trabajo”.
Frente a la parálisis y estancamiento, se planteaba “la necesidad de ofrecer una información periódica y puntual, colaborando en la preparación y formación de los empleados”.
La revista quería ser un instrumento de comunica- ción y formación que contribuyera a lograr la sintonía
del esfuerzo solidario.
Era como remover los estorbos que se oponían al interés de los agentes, tal y como Jovellanos proponía en su Informe en el Expediente de la Ley Agraria, que editó la Sociedad Matritense.
Decía: “El medio más sencillo de comunicar y pro- pagar los resultados de las ciencias útiles, sería el de formar unas cartillas técnicas, que señalasen todos los recursos, todas las mejoras y adelantamientos que puede recibir la profesión (de labrador)”.
Y así, Inter Nos se presentó como una actitud re- novada de superar las dificultades de los empleados, con soluciones modernas a los problemas reales del momento. Como una verdadera cartilla en forma de Revista.
Y han pasado 25 años, un tiempo que prueba su consolidación y madurez.
No en vano, 25 años era la edad mínima que esta- bleció Felipe II para “ejercer el Oficio de Escribano Pú- blico”.
En este período, la revista ha sido testigo de muchos
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