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Fuera de protocolo
charlas de voluntariado en Lugo y Co- ruña y pretendemos organizar otro aún mayor en Santiago de Compostela.
Mi vida en India y en el mundo Notarial han sido siempre vidas paralelas
Mi atracción hacia India comenzó cuan- do ejercía mi profesión de abogada en Madrid, incluso antes, viajé todo lo que pude por el mundo y desde muy pron- to, ahorraba y, ya de estudiante, me iba a pasar los veranos fuera de España, cuanto más lejos mejor, por eso de no saber si en el futuro podría hacerlo.
El tema de India lo tenía un poco apar- cado pues tenía cierto miedo a ir y que- darme para siempre, sabía que había algo especial con India y esperé a que llegara el momento. Mis vacaciones for- zosas eran en agosto, cuando los viajes lejanos son mucho más caros y no era su ciente para ir a mi Galicia natal y a viajar a India, donde me requerían el mes entero para poder trabajar con ni- ños; por tanto, en un mes de febrero, con motivo de un traslado de despacho, me puse en contacto con una empresa para que me buscara rápidamente una ONG con la que convivir y colaborar ac- tivamente durante un mes, con niños indios. Fue la experiencia más impre- sionante allí, y la primera de muchas otras; regresé a India, por vacaciones, para bodas, con grupo de amigos, pa- reja, sola, de todas las formas, cada vez más involucrada y considerándome ya, los indios y yo, como si hubiera sido in-
dia en otra vida anterior.
¿Como poder compaginar esta vida con la del mundo notarial? No llevo mu- chos años en notarías pero los prime- ros años, me iba sólo 2 semanas, pues aparte de otras funciones en la notaría, llevaba los índices notariales. Mi nota- ria (tiene apadrinado al hermano de mi niño apadrinado) quería que los presen- tara muy puntuales, así que juntando 2 semanas con sus  nes de semana, te- nía unos 16 días; llegaba a veces a la 1 am al aeropuerto y a las 8 am de ese mismo día, estaba metiendo los índices de los 15 días anteriores; nunca tuve jet lag; cuando regresas tan plena y feliz, esas cosas no existen. Todo compensa- ba y era el complemento perfecto para la vida vacía y super cial que puede ser a veces el mundo notarial o jurídico; no siempre, pues también puede tener un lado humano pero tanto en el despacho como en la notaría, siempre necesité ese complemento humano y altruista que llenaba mi vida por dentro y que hacía que en mi trabajo también pro- yectara esa plenitud. Es algo más que esa felicidad que, está demostrado, pro- porciona el altruismo, el luchar por una causa superior. Ahora es ya una necesi- dad, cuando ves que puedes ayudarles tanto y que son tan agradecidos, sólo piensas cómo puedes ayudar más y más.
El año pasado, tras una etapa en un centro hipotecario, por cambio de desti- no de mi notario, me fui 6 meses segui- dos a India; podía ser una ocasión única
y no quise desaprovecharla, arriesgué mi vida profesional, pues me fui con mis ahorros y a la vuelta era posible que no encontrara trabajo, pero tenía que intentarlo y no me podía quedar en España con tiempo libre, sabiendo todo lo que podía hacer en India. Pusimos en marcha allí los proyectos de la ONG y fue realmente grati cante por todo lo que logramos en tan poco tiempo.
Desde antes de irme y al regresar, realizo trabajos esporádicos en una no- taría. Ahora mismo estoy involucrada con los cursos de voluntarios en varias ciudades gallegas, así como tratando de dar a conocer todo lo que se puede hacer a través de la ayuda y el volun- tariado y para ello atiendo entrevistas en radio y prensa. Todo ello compatibi- lizándolo con la búsqueda de  nancia- ción para nuevos proyectos que esta- mos montando. Es importante la labor en India, pero en España también.
Mi objetivo en el corto plazo es poder ir en junio tres semanas a India para ini- ciar el nuevo proyecto con niños huér- fanos del sur, y a la vuelta, encontrar mi estabilidad laboral en España, pudiendo irme incluso 2 meses de vacaciones al año a India, para poder atender nues- tros proyectos allí. Nunca he cobrado por las labores en ONGs y pretendo seguir ayudando y que todo el dinero recaudado siga siendo para los necesi- tados allí.
Lo que yo he aprendido de mis vidas paralelas de notarías e India es que siempre se puede ayudar, aquí y allá; a veces estamos tan cerrados en nues- tra labor notarial que nos perdemos la realidad del mundo; nos quejamos por casi todo: muchas horas de trabajo, mucha responsabilidad, poco dinero, etc. Estos días, en nuestros cursos de voluntariado internacional y local, he- mos tenido testimonios de amigos que han estado por todo el mundo de vo- luntarios, ayudando y ayudándose, y siempre, con hijos y sin ellos, se puede ayudar, aquí y fuera. Para mí, una cosa sin la otra no podría ser, ni tendría sen- tido. Pienso que son un complemento ideal. El mundo de India hace que pue- da hacer mejor mi trabajo aquí y que sea más feliz en mi vida personal y laboral.


































































































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